Al preguntarle a varios conocidos, vecinos, jubilados y pensionados ferroviarios, así como a familiares que despotrican en contra de la Cuarta Transformación (4-T) que en lo personal a ellos y ellas en qué les han afectado los cambios iniciados por el ahora expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y continuados en su mayor parte por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, obviamente que no pudieron o supieron explicar el porqué se sienten ofendidos por estos cambios.
Lo que sí pusieron como pretexto es lo que han oído y leído a través de los medios informativos tradicionales, así como en portales de internet que repiten como en una sinfonía bien sincronizada todos los supuestos males que ven y que repiten como en un nado sincronizado, medios que, tal y como los denominó el mismo AMLO: son medios de manipulación antes que de información, pues algunas de estas personas a las que les pregunté en qué se sienten afectados, adujeron que el dinero que se gastó en obras faraónicas como el aeropuerto internacional Felipe Ángeles (AIFA), la refinería Olmeca, conocida como de Dos Bocas, el Tren Maya y el Interoceánico, mejor se hubiera aprovechado en el Sector Salud y en Educación, porque han leído y oído en esos medios que todas estas obras nacionales operan con enormes pérdidas económicas.
¡Ah, caray! ¿Enormes pérdidas económicas? Obviamente que la presidenta Claudia Sheinbaum y su equipo de colaboradores no se pueden dar el lujo de estar mintiendo constante y cotidianamente cuando informan cómo van los avances en el incremento de pasajeros y líneas aéreas que ya están utilizando el AIFA, así como en la producción de la refinería Olmeca, una refinería que si bien ha tenido algunas fallas debido a varias averías ya está produciendo buenas cantidades de varios tipos de combustibles.
En cuanto a los trenes Maya e Interoceánico, se ha estado informando que el incremente de pasajeros ha aumentado considerablemente cada día y que, ahora cuando comiencen a funcionar los trenes de carga en esta línea del Tren Maya crecerán los empleos y el crecimiento de la economía en toda la península de Yucatán, así como en las demás entidades por donde opera esta ruta.
Y del tren Interoceánico es un hecho el progreso que ha estado llevando a partir de su rehabilitación, por ser la ruta que conecta al océano Pacífico con el Golfo de México facilitando el transporte de carga entre estas dos costas en el Istmo de Tehuantepec; un sueño que comenzó a principios del siglo XX con don Porfirio Díaz Mori y que se dejó caer debido a las presiones de los Estados Unidos por considerar esta ruta ferroviaria una clara competencia con el canal de Panamá. Sin embargo, hoy en día en que se ha documentado que dicho canal de Panamá ha colapsado debido a la gran demanda del paso de embarcaciones cada vez de mayor calado y por la baja en el nivel del agua que hace más difícil el paso de estas enormes embarcaciones, el repunte del tren Interoceánico es ya inevitable y más, porque este proyecto jamás fue equivocado, pues nació con una visión muy congruente en cuestión de unir los dos océanos: el Pacífico con el Atlántico para transportar carga en forma más eficiente y rápida sin necesidad de tener que bajar hasta el canal de Panamá y menos hasta la Patagonia.
En cuanto a algunos compañeros ferroviarios ya jubilados y pensionados que insisten en que el dinero gastado en esas obras supuestamente faraónicas mejor se hubiese gastado en fortalecer el Sector Salud, es obvio que estos compañeros están mal informados, porque hoy en día se han estado levantando infinidad de hospitales y clínicas para la Salud pública, incluso se ha continuado la construcción de edificaciones que las pasadas administraciones inclinadas al neoliberalismo las habían dejado en obra negra o sin los aditamentos necesarios para un buen funcionamiento.
Ante esto, un pensionado protestó aduciendo que sigue habiendo falta de medicamentos, que las citas son muy largas, que conseguir citas con especialistas es casi imposible y más difícil que se llegue a una cirugía. Claro que cada quien habla según como le vaya en la feria, porque hay voces de gente que ha recibido buena atención en el Sector Salud, obvio que en ocasiones no al cien por ciento, pero atención óptima que posiblemente salvó más de una vida.
Hay que tener en cuenta que durante 36 años o más se conformó un círculo vicioso en donde varios empleados del Sector Salud hicieron lo que quisieron sin que nadie les dijera nada.
Sea pues. Vale.