Opinión

Será este sábado cuando, luego de contar los votos de los agremiados al SUTSEM, Óscar Cedano asuma la dirigencia estatal de dicha organización sindical.

De este proceso se ha comentado que se pone fin al añejo liderazgo de la señora Águeda Galicia Jiménez, aunque hay quienes aseguran que el cambio de persona en la dirigencia es para darle oportunidad al sindicato de seguir vigente, pero sin divisiones al interior.

Digo desde ahora que Óscar será el nuevo, porque es el único candidato, y ya solo falta saber cuántos votarán por él para legitimar el cargo que ostentará.

Pero a lo que va su servilleta, mis electivos lectores, es a que de entrada Cedano hace bien al someter al escrutinio a todos los que lo acompañarán en el Comité Ejecutivo Estatal, porque seguramente esto le servirá para saber que tanto respaldo tendrá no únicamente, sino el trabajo que se estará ofreciendo como equipo.

Con esta estrategia le quedará claro hasta dónde puede llegar, considerando que quienes fueron sus antecesores prefirieron mejor rodearse de elementos más afines a ellos que a la base sindical.

Y no está mal esto último y la prueba se tiene en el hecho que Águeda pudo así prolongar por décadas su dirigencia, pero considero que es mejor contar con ambas cosas, es decir, con personas leales a tu lado, pero también con la aprobación de los trabajadores.

Ahora de lo obligadamente hay que estar pendientes, no sólo se pretende erradicar la idea de tener el control del sindicato, a manera de cacicazgo, sino también la mala costumbre de aprovecharse de los bienes y recursos que son de todos los sindicalizados.

SECRETO A VOCES: Dicen que en el SUTSEM es más necesaria una transformación, que un simple cambio.